MOTUC narrativa-basada en las bios.

En el sur del llano de Perpetua, las Arenas del Tiempo extienden sus tentáculos de desierto por centenares de millas. Antiguamente, en la confusa historia de Eternia, el desierto florecía como un extenso jardín. Una civilización de artesanos trabajaban aquí construyendo monumentos de ellos mismos. Sólo las ruinas permanecen para que los ocasionales visitantes se pregunten por ellos. No obstante, aquellos que atraviesen esta árida extensión deben tener cuidado con las tormentas de aire que se elevan inesperadamente de entre los monumentos y los torbellinos, ya que crean vórtices en el tiempo que succionan a la gente y las transportan a un pasado lejano del cual nadie ha vuelto jamás. Las Montañas Místicas se alzan en el borde meridional del continente este. Envueltos en misterio, seres fantásticos encuentran asilo debajo de los picos de granito. Los valles de las Montañas Místicas, con su profundas y deslizantes laderas, mantienen a grandes reptiles y dragones prisioneros, afortunadamente, ya que supondrían una amenaza para el planeta si no estuviesen retenidos dentro de esta fortaleza de piedra. Tanto los polos norte como sur están cubiertos por grandes masas de nieve. Los océanos mantienen el equilibrio de Eternia. Destaca el Mar de la Armonía, que recibe ese nombre por ser una tranquila extensión atravesada por suaves vientos. Las naves reales navegan a menudo desde un puerto seguro hacia el hemisferio este para comerciar con los habitantes del otro lado del globo. Como en la vida, no siempre todo es lógico. Las Islas Beserker empujan los ardientes picos de sus montañas a través de las aguas del Mar de la Armonía. Estos son los últimos restos de los grandes volcanes que antiguamente se esparcían por todo el planeta, los cuales todavía escupen fuego y humo. El Océano de Gnarl fluye bravo y cubierto de hielo durante todo el año, trayendo tormentas y frialdad a la tierra. Para todos, este océano es feroz. Gnarl genera lluvia y nieve que da fertilidad al suelo y hace que crezcan las cosechas. Las Islas Orkas, que parecen reposar en paz dentro del océano, están permanentemente en el ojo de la tormenta. Este es uno de los puntos preferidos de vacaciones para la familia real. El Hemisferio de la Luz, florece todo el año proveyendo el sustento a los ciudadanos de Eternia. El Palacio Real de Eternos se yergue en las fértiles planicies sureñas, y ha sido el hogar de incontables generaciones de monarcas. En una gentil pendiente del sur del Hemisferio de la Luz, se eleva el Bosque Evergreen, una vasta y mayormente inexplorada región poblada por árboles de gran altura, helechos gigantes y exuberante maleza, animales de presa y algunas criaturas indeseables. El Bosque Evergreen entraña el mayor secreto de Eternia... Un secreto que tarde o temprano deberá ser revelado si el planeta debe sobrevivir.

Miles de años antes de la aparición de la primera Hechicera de Grayskull, y pocos miles de años después de la creación de las Cinco Dimensiones (Eternia, Despondos, Infinita, La Dimensión Sin Nombre, y la dimensión intemporal de Trolla), los Supremos Señores de Trolla comenzaron a aprovechar una fuente de energía diferente, El Aura de los dioses, y utilizaron este "Poder del Universo" para convertirse en inmortales, a la vez comprometiéndose a mantener la neutralidad en las Cinco Dimensiones. Una de estas dimensiones más que una dimensión en si misma es una barrera creada en por los dioses como una forma de contener las fuerzas del mal. Detectando lo oscuro que era la dimensión de Despondos, los Supremos Señores de Trolla utilizaron el “Poder del Universo” con el fin de crear un ser de luz sin forma, llamado Light Hope, y lo enviaron e esa dimensión, a fin de llevar esperanza a los que estaban atrapados allí. Light Hope se asentó en el mundo de Etheria, convirtiendo al pequeño planeta de esta oscura dimensión en un paraíso frondoso. Protegido por arte de magia, durante eras Etheria siguió siendo un hogar para los seres libres.                           

En Eternia, durante los días finales del último Guerrero Cósmico, y habiendo crecido bajo el régimen dictatorial de los Snakemen, un valiente eterniano llamado D'Vann Grayskull se vio impulsado a rebelarse contra la injusticia cuando su hermano fue capturado y devorado por el Rey Hssss. Otros muchos se unieron bajo su bandera y su leyenda comenzó a crecer. Declarado rey por su coraje, compasión, sabiduría y fortaleza, Grayskull se había convertido en un gran líder, dirigiendo al pueblo libre de Eternia junto al Consejo de Ancestros, grandes magos todo el mundo, que tuvieron la sabiduría de aprovechar los mágicos secretos ocultos en el planeta.

Habían pasado ya casi cinco milenios, y durante todo ese tiempo los alumnos de la Reina Veena, Primer Guardián del Castillo de Grayskull, desempeñaron su rol de Hechicera generación tras generación, cumpliendo con el deber de proteger el Castillo Grayskull y sus secretos. Dentro de estas generaciones de Hechiceras, existió una que se destacó por sobre el resto, su nombre era Teela’Na. Teela’Na creció en un pequeño pueblo de Eternia, Nowella, al cual ayudó a defender de una nave exploradora de La Horda que en una misión para localizar un poder mágico había descubierto su planeta. Reconociendo su lealtad, coraje y sabiduría, Kuduk Ungol, su predecesora como Hechicera de Grayskull, eligió a Teela’Na para ocupar su lugar y proteger los secretos del Castillo Grayskull en la próxima generación.

Cerca del final del Gran Malestar, Teela’Na enfrentó en la aldea de Pelezeea con un gran jefe militar llamado Prahvus, quien para destruir las defensas de la villa contó con el auxilio de un ladrón oriundo de la aldea, Odiphus, Vencido Prahvus, Odiphus fue desterrado y Teela’Na se convirtió en un heroína y una leyenda para los pelezeeanos.

A lo largo y ancho del Hemisferio de la Luz de Eternia, los más valientes y nobles guerreros del reino de Randor fueron reclutados por Man-At-Arms y más tarde también por su sucesor, con el fin de proteger a la Familia Real. Frecuentemente llamados para ayudar a los Masters del Universo, los Guardias Reales, expertos en el manejo de armas como el Bastón de Poder y varios tipos de pistolas de energía, fueron entrenados en múltiples formas de combate cuerpo a cuerpo. Siempre que el Palacio Real fue atacado, esta fuerza de guardia de élite frecuentemente repelía a las fuerzas del mal. Valientes Guardias de Palacio como el Teniente Spector defendían a la Familia Real de cualquier ataque.

Contentos, Los Mutante Espaciales se aliaron con Skeletor, quien ofreció promesas de poder y riqueza a todos los que le ayudaran en su motín contra la Horda.