La historia detrás de nuestras colecciones.

Sin dudas, detrás de cada figura que compramos hay una historia oculta, algo que tiene que ver con la nostalgia o con la dificultad de obtener lo que deseábamos. Actualmente, estoy por recibir el Grendizer de Soul Of Chogokin, una compra que cerrará un ciclo en mi vida como coleccionista, ya que el primer robot que recuerdo haber tenido fue ese personaje, cuando tenía cinco años, regalado por mi padrastro, al que rechazaba, pero que para complacerme robaba en la juguetería en la que trabajaba y me traía juguetes (en ese momento la importación estaba abierta y llegaban cosas rarísimas del mercado japonés). Por supuesto, lo pescaron con las manos en la masa y lo echaron, jaja!! Pero el Grendizer ya era mío!! Y un año después me fuí a vivir con mi papá porque al tipo ese no lo podía ver! Así que la figura que estoy esperando tiene una conexión con lo más profundo y lejano de mi pasado.

Las figuras que más me emocionaron en la vida fueron las siguientes:

Darth Vader, Han Solo y Chewbacca, de Star Wars. Tenía ocho años y mi papá (mi familia era humilde pero siempre se esforzaban en regalarme juguetes) se apareció con esas tres figuras, que eran mi sueño, ya que por entonces era fanático de la ciencia ficción (los primeros libros que leí, ni bien aprendí a hacerlo, eran de astronomía) y de la saga de Lucas (todavía no se había realizado el Regreso del Jedi que cerarría la trilogía original).

He-Man, Man-At-Arms y Skeletor. Todavía recuerdo el momento en el que abrí esos blisters!! Uno de los días más felices de mi vida, jajaja!! Eran muñecos diferentes a todo lo que había tenido. Algo sorprendente para la época. Además, era recontra fanático de la serie animada (luego lo sería aún más de los minicomics que venían con las figuras).

Gi-Joe. Mis primeros joes fueron los fabricados en Argentina: Zap, Scarlett, Rock and Roll y el Cobra Hiss. Con estas figuras (llegué a tener como 50) jugué las mejores historias de mi vida. Debido a su increíble articulación y su pequeño tamaño podía elaborar todo tipo de escenografías, además de cambiarles los cuerpos y cabezas. Sin dudas, mis mejores recuerdos en lo que refiere al juego fueron con ellos.

Scott Bernard y su Cyclone. Tenía 18 años, había empezado a trabajar (y desde entonces no he parado) y la mitad de mi primer sueldo la gasté en esta figura, de Gaiken, escala 1/10. Robotech fue la última gran serie animada de mi infancia que amé. Habían pasado varios años y cada vez que pasaba por una pequeña comiquería para ir al trabajo veía a Scott Bernard (y sus terribles 100 dólares) en la vidriera. Cuando lo tuve en mis manos, fue un retorno a la infancia, al coleccionismo y a la felicidad, jajaja!!!!!! Años después lo vendí para comprar la nueva versión de Toynami (luego de haber jugado millones de veces con el viejo Gaiken!!).

Mazinger Z GX-01R de Soul Of Chogokin. Debo haberme fabricado decenas de Mazinger cuando era chico!! Así que uno de mis sueños era tener uno auténtico. Por entonces era muy difícil y caro obtener figuras de Soul of Chogokin. Hasta que con Grifter decidimos comprar en e-bay por medio de un flaco que tenía contactos en la aduana. A partir de entonces nos volveríamos super coleccionistas, jajaja!! Ya no compramos por medio de ese flaco (algunas cosas jamás llegaron) pero nuestros primeros Chogokin fueron gracias a él. Mazinger me resultó increíble. Un guiño a las figuras metálicas de los setenta. Sencillamente espectacular. Con miles de accesorios (jet scrander, varios pilders, puños cuchillas, puños que disparan, puños taladro, misil de cintura, etc). Tanto, que sigue siendo una versión mucho más completa e imponente que el dispar y tan promocionado GX-45.

King Grayskull, Motuc. Cuando me enteré que volverían a fabricar figuras de He-man (por entonces ya había completado la colección 200x) y vi el prototipo del King Grayskull no lo podía creer. Era mi sueño. Figuras super articuladas y fieles a las originales!!! Tuve durante meses la foto del King Grayskull de fondo de pantalla hasta que por fin salió y pude tenerlo en mis manos. Recuerdo que filmé cuando lo abrí. Una experiencia de otra dimensión!!! Acá está el video:



Arcadia de Harlock, de Bandai-Ahoshima. Mi serie preferida de todos los tiempos fue El Capitán Harlock. Solo había visto un par de capítulos de niño, pero bastaron para no olvidarlos jamás. Melancolía, romantiscismo, heroísmo de verdad y un hondo sentimentalismo. Emociones que ningún otro animé alcanzaría. Con los años fuí obteniendo otros capítulos en parques y ferias hasta que Internet me permitió ver la serie completa por primera vez en mi vida. De más está decir que cuando tuve esta Arcadia en mis manos, completamente metálica y con luces, toqué literalmente las estrellas!!

Tachikoma de Ghost in the Shell. Ghost in the Shell tiene la particularidad de ser (junto a Akira) el único animé que ya de adulto llegué a amar tanto como los de mi infancia. Más que los largometrajes, fue la serie animada la que me apasionó por su increíble argumento (sobre todo el de la segunda temporada). Mi mujer también se hizo fanática y la serie la vimos juntos, ya que por suerte ella es fanática del animé. Compré dos Motokos, la de Yamato y la de Medicom, pero fue el Tachikoma, completamente de metal (y carísimo) el que me fascinó.

Pronto agregaré a la lista el Grendizer de Soul of Chogokin...

PD:Buscando en miles de colecciones encontré el Grendizer que tenía de niño y que perdí casi una década después:









Qué recuerdos!!

Grandiosos recuerdos, me encanto el video, que amor al Hobbie por Dios, esta bueno darse los gustos, como dice Mike a estas edades es cuando se saca uno el clavo, jajajaja

¡Muy buen video! Es un gran hobby, cada figura nueva evoca todo tipo de emociones. El coleccionismo es un hobby que mucha gente no entiende.

Buenísimo buenísimo!!!

Un mega post!! Que barbaro caballero te lusiste!!

Excelente tema mi estimado, tu como la mayoria de nosotros sabemos lo que es sentir eso por las figuras que tuvimos, lo que vivimos con ellas y lo que estamos viviendo y disfrutando hoy dia.
Me siento muy identificado con tu historia por que es muy similar a la mia, a mis padres les costaba mucho comprarme juguetes pero cuando lo hacian me hacian tan feliz , el esfuerzo que hacian era barbaro pero aun asi trataban de buscar la manera de hacerme feliz, y en vista de ese esfuerzo muchas de las figuras que me habian regalado aun las conservo con mucho cariño y las que no, pues las he ido buscando por que fueron parte importante en mi niñez, y aunque sean simple figuras de plastico el sentimiento que se siente al tenerlas es invaluable.

Al igual que tu, cuando empece a trabajar mi primer sueldo lo inverti en el Fire Concoy de ROBOTS IN DESGUISE, me costo mas de la mitad de lo que gane el primer mes pero me senti tan bien, y hasta la fecha, y seguire hasta donde pueda por que es algo que me gusta hacer por que cada figura tiene un sentimiento especial que solo uno como coleccionista lo puede entender!!

Ahí está la razón y el comienzo de nuestro coleccionismo. Muy lejos, en la infancia.
Yo tengo unos recuerdos precisos, de mi papá regalándome un Leon-O de esos chiquitos de pvc sin articulaciones, u otro día que estaba durmiendo una siesta y me despertó con un paquete y cuando lo abrí era el Battle Cat. Son recuerdos tan fuertes que no se borran nunca de la memoria. Ahora, cada vez que abro un MOTU es como si reviviera esos momentos que de chico me hicieron tan feliz.

El coleccionismo es algo que emerge de nuestro corazón, de nuestra nostalgia, de aquellas cosas que nos permiten preservar esa lado humano que lentamente parece extinguirse en este mundo caótico...

Como anécdota me acuerdo que en primaria al final de año la profesora organizó un intercambio de regalos entre todo el grupo, a mi me toco una compañera, me esmeré en darle un buen regalo y cuando llego el dia del intercambio ansioso y deseoso de recibir algo bonito la persona que me dio mi regalo me dió algo tan como podria explicarlo, me desilucioné tanto, que llegue a mi casa llorando tenia como 7 años en ese entonces, mi papá me vio tan afligido que se fue a disque hacer un mandado cuando vino me dio una bolsita y me dijo espero le guste, dentro de ella se encontraba GRUNE EL DESTRUCTOR, estaba usado pero no me importó, me hizo tan feliz.

Esos detalles aunque sean simples lo hacen a uno mas humano, y nos enseñana a valorar mas esos detalles y momentos que jamas se olvidarán y aunque no se repitan esas figuras que tenemos nos recuerdas esos momentos.

muy cierto lo que dicen en este post, de todos y parte de que yo quiera tanto a la franquicia de sw es por eso ya que mi padre me habia regalado cuando yo era un menor (2 años) mis primeras figuras el atat driver un stormtrooper y un snowtrooper que aun viven y viven bien con todo y sus armas (ya que esta me las guardo mi madra hasta los 7 años).

recuerdo que cuando me iba bien en los examenes siempre me daban mas figuras, cuando no pudo venir a uno de mis cumpleaños me mando con su asistente un jabba de hutt (aquel set de los 80) y cuando se agotaron los de sw me empezo a comprar de los super powers o gijoe, a que recuerdos demasiada nostalgia por esos dias que nunca volveran

Grandes anécdotas. Mi papá se emociona cuando ve las figuras que conservo de la infancia. El mundo actual es frenético y todo parece descartable, por eso la importancia de preservar los recuerdos, de inyectar en un simple juguete esa importante cuota de sentimientos (y hacerlo con muchas otras cosas, por supuesto).

pero eso no es limitante de tomar ciertas descisiones y que esta nostalgia tambien te empuje a lo actual.